Más y mejores empleos,
por Felipe Larraín, Ministro de Hacienda.
El círculo virtuoso de mayor dinamismo económico y mayor empleo está funcionando a plena marcha. Qué duda cabe ya tras las recientes cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en el trimestre móvil mayo-julio que muestran un mercado laboral muy activo y pujante.
Esos resultados reflejan, en síntesis, que desde comienzos del gobierno del Presidente Piñera se han creado muchísimos em- pleos: 164.790 desde el trimestre móvil enero-marzo; que las personas perciben las mejores perspectivas laborales porque salen más a buscar trabajo, y que el dinamismo del mercado laboral es tan fuerte que incluso en estos meses en que se espera un aumento del desempleo por estacionalidad, éste disminuye.
Pero, además, estos empleos son de mejor calidad: aumentan los asalariados con contrato escrito, indefinido y con protección social, y que la creación de empleos se concentre en mujeres (representan 101.540 de los 164.790 empleos creados y sube 3,8% en relación a enero-marzo) es una gran prueba de que vamos bien encaminados. A ello se añade el hecho de que la región del Biobío muestra una alta creación de empleo, como parte del proceso de reconstrucción.
Este comportamiento tan dinámico del mercado laboral está en línea con las altas tasas de crecimiento mostradas por las últimas cifras de Imacec y lo que se proyecta para julio. Nuestra economía despertó y la confianza ha vuelto a los actores del sistema productivo. Y, aunque todavía no podemos cantar victoria -pues la batalla por el crecimiento y el pleno empleo es larga-, vamos bien encaminados.
Junto con el aumento del empleo, el número de desempleados ha disminuido notablemente en este periodo y se ubica hoy en 643.010, lo que contrasta con los 688.270 compatriotas sin empleo del trimestre enero-marzo. Esto significa una notable caída del número de desempleados (45.260 personas). Ello implica más y mejores oportunidades de desarrollo, pues el trabajo dignifica a la mujer y al hombre, que buscan no sólo un sustento para sí y sus familias, sino que ven en el desempeño de una actividad remunerada un aporte a la sociedad.
Por todo lo anterior, la tasa de desempleo de 8,3% en el trimestre móvil mayo-julio, tras el 8,5% del trimestre móvil anterior, es una buena noticia para todos: trabajadores, empresarios y gobierno. Este comportamiento de la tasa de desempleo en contra de la estacionalidad negativa característica de esta época del año es fruto de un esfuerzo país por retomar la senda de desarrollo y salir del letargo productivo de los últimos años. Mantener ese esfuerzo como un círculo virtuoso, potente y dinámico depende de todos y cada uno de los chilenos, especialmente en este Bicentenario.
Nuestra hoja de ruta es clara e inequívoca: derrotar la indigencia en el 2014 y alcanzar el desarrollo en el 2018. Nadie puede restarse a este gran desafío país. No podemos dormirnos en los laureles, pero claramente las últimas cifras económicas nos demuestran que estamos desatando los nudos y despejando los principales obstáculos para acelerar el paso. La meta es ambiciosa, pero estamos confiados en que vamos por la senda correcta.