Hay acciones que demuestran el sentimiento, y que tratan de ocultar las acciones de apoyo, que algunos Gobiernos tienen por el terrorismo que asola a muchos países de nuestro continente, en especial a aquellos que mantienen aterrorizado al pueblo de Colombia.
Chávez, que niega sus vínculos y financiamiento a las FARC, se retrata de cuerpo entero con la estatua recién inaugurada en Caracas a Manuel Marulanda Vélez, alias Tiro Fijo, fundador de ese movimiento asesino que aún mantiene centenares de secuestrados en su poder.
Con justa razón el Gobierno de Colombia manifestó al tirano venezolano su molestia e indignación por este episodio que avergüenza a nuestros pueblos y fomenta la aparición de “termocéfalos” que intenten someter a nuestros países por la fuerza de las armas o corromperles con el narcotráfico.