El PC y la Arcis: el
lucro no es el problema,
por Luis Alejandro Silva I.
A
los del PC les gusta la plata tanto como a cualquiera, o más. Pero este no es el problema. Al
parecer, dirigentes del partido del proletariado no tuvieron escrúpulos en
llenarse los bolsillos y saltar por la borda antes de que la Universidad Arcis
naufragara. La suerte de los que quedaban arriba de ese buque no era asunto de
ellos. Este es el problema.
Lo
revelado por el reportaje de CIPER provoca rabia, pena, frustración. No porque los
comunistas hayan lucrado con la educación superior, sino porque abandonaron
a profesores, funcionarios y estudiantes justo antes de la crisis,
retirando los últimos 500 millones de pesos como si nada.
El
mundo vapuleó a Francesco Schettino por ser el primero en abandonar el buque
Concordia y desentenderse de sus deberes como capitán de la nave. El mismo
reproche merece el PC por su actuación en la crisis de la Universidad Arcis.
La
inconsecuencia del Partido Comunista, que supuestamente predica contra
el lucro pero no practica, no debería sorprender a nadie. Al fin y al cabo (así
solía ser, al menos, hasta hace poco), para ellos cualquier medio es legítimo
para alcanzar el fin. Pero desertar del compañero estudiante, del compañero
profesor y del compañero funcionario de la Universidad de la que eran dueños,
ya es demasiado.
Peor
aún, el reportaje afirma que se llevaron la plata. Pocos escrúpulos habrían
tenido para salvar su imagen en el segundo gobierno de Michelle Bachelet,
retirándose de la propiedad de la universidad privada justo a tiempo. Pero,
¿llevarse 500 millones consigo? Pocas situaciones podrían calificarse mejor que
esta como “pillaje legal.” En vez de pagar las deudas contraídas con
profesores, funcionarios y acreedores, habrían decidido pagarse a sí mismos.
¿Cómo se llama eso?
Es
gracioso que se hable de lucro en donde no hay utilidades. El retiro de platas
con que el PC dejó la propiedad de la Arcis, si es que califica como lucro, lo
hace en la peor de sus acepciones. La conducta del PC en nada se diferenciaría
de los ejemplos más descarnados del capitalismo, ese que pondera las
consecuencias sólo desde el criterio de la maximización de utilidades.
Lo
más penoso del escándalo es la situación de los alumnos. Habiendo contratado un
crédito con el Estado para financiar sus estudios, se hallan frente a una
institución virtualmente quebrada y, por lo tanto, imposibilitada de otorgarles
el título que los habilitaría para pagar la deuda en el futuro. El
colapso de la Arcis, del que el financiero es sólo un aspecto, deja nuevamente
a cientos de estudiantes en la calle, endeudados y sin clases. Y el
Partido Comunista, en cuanto responsable de este drama, se lava las manos.
Al
capitán Schettino podrá enrostrársele la cobardía de haberse subido al bote salvavidas
sin importarle la suerte de tripulación y pasajeros, pero no se llevó nada de
valor consigo. Sólo le importó salvar el pellejo. En cambio, si hemos de creer
a CIPER, el Partido Comunista salvó el pellejo llevándose de pasadita 500
millones de pesos. Feo.
Tomado de http://www.chileb.cl