Twitter, nuevos lenguajes y la sociedad emergente,
por Karin Ebensperger.
El lenguaje es el principal patrimonio cultural que poseemos. Con él podemos expresar los más nobles pensamientos y también los más bajos, nos identifica como seres humanos. Posibilita la reflexión, el intercambio de conceptos, la expresión de estados de ánimo, el acceso a la vida social y a la cultura. Nos permite conocer la historia y las teorías filosóficas y científicas, comprender nuestra civilización. En definitiva, las personas nos expresamos con una ancestral mezcla de sonidos y símbolos llamada lenguaje para interiorizar conceptos y darlos a conocer.
Y aunque se olvide gran parte de lo oído y leído, lo importante es que a través del lenguaje se va formando el espíritu, la sustancia de la personalidad. Incluso se sostiene que quien no domina bien el lenguaje es incapaz de pensar correctamente.
Por eso es que la etapa histórica que estamos viviendo, la llamada era de la globalización y de la informática, es un desafío cultural mayor para la humanidad; implica incorporar una serie de nuevos símbolos y códigos vía internet, Twitter y las redes sociales. Es un cambio vertiginoso que deja por el momento a una parte de la humanidad -personas mayores o con menos recursos para acceder a las tecnologías- fuera de este ámbito del lenguaje, es decir, con una participación limitada en la nueva sociedad.
Es tan potente esta nueva forma de comunicación tecnológica y de tal importancia política, que en China aún se intenta vetar ciertos conceptos en internet por sus consecuencias sociales, y en Occidente las campañas políticas ya no son viables sin las nuevas herramientas de la web.
Hasta ahora, el lenguaje expresaba identidad. A través de él uno podía deducir los modales de una persona, la profundidad de su pensamiento, incluso sus sensibilidades según las palabras escogidas. En el mundo de la comunicación vía internet en cambio, proliferan jergas, extranjerismos o códigos que reproducen una nueva sociedad globalizada de ciudadanos del mundo, en la cual cuesta incorporar emociones, sensibilidades e identidad. Muchos estudios sociológicos demuestran que los seres humanos están hoy más comunicados que nunca, pero también más solos que nunca.
Lo interesantes es entender que el mundo de las comunicaciones humanas cambió desde que hace unas tres décadas salió al mercado el primer computador personal y hace casi veinte años se inició la World Wide Web, internet. Lo novedoso es el cambio cultural que implica el que, por primera vez, el lenguaje vía internet o Twitter, si bien puede movilizar a muchos, no implica involucrarse ni conocer a los demás, comprenderlos. Ese aspecto es el cualitativamente distinto y su impacto cultural es aún difícil de dimensionar.