No nos gusto que Bachelet ganara las elecciones Presidenciales, pensamos que había alternativas mejores y mas seria en juego, pero lo que si no nos cabe duda alguna de que nos alegramos de dejar de ver el autoritarismo prepotente de Lagos, su pretendida superioridad moral y su absoluta incapacidad para conducir al país por una senda de progreso efectivo, no solo para algunos, y para conseguir espacios de justicia social.
Otro de los motivos que nos alegra es dejar de ver la “cínica” expresión de Vidal tratando de explicar lo inexplicable, la cara “bobalicona” del babeante Puccio y la absoluta imbecilidad de García.
Tenemos la secreta esperanza de que los nuevos equipos que asumen con Bachelet tengan una dosis, aunque sea pequeña, de “sentido común, de respeto por la ciudadanía y por cierto de esa honestidad que tanta falta hace en la administración. Pero además ansiamos ver que la gobernante cumpla con los “ofertones” que hizo en la campaña electoral y lo que ha seguido ofreciendo una vez electa.
Estamos expectantes, estamos ansiosos, pero de ver defraudadas las expectativas creadas en la ciudadanía, sobre todo de esa clase media “exprimida” por el estado y los mas humildes sometidos a condiciones de vida miserables, no dudaremos un segundo en transformarnos en críticos feroces y en ejercer a cabalidad nuestra categoría de opositores, para exigir los cambios de rumbo necesarios y para obligar a los opositores políticos a realizar las funciones de fiscalización que les otorga la Ley, oponiéndose, de verdad, a lo que no es positivo para el país.
Pensamos que ha llegado la hora en que dejen atrás los complejos que les provoca a algunos haber colaborado con el Gobierno Militar y pasar definitivamente al ataque, pues los culpables de que fuera necesaria esa instancia, la dictadura, son precisamente aquellos que hoy hacen “gárgaras” con la democracia, esa democracia a la que simplemente dieron una puñalada en la espalda. Tenemos nuestros ojos vigilantes puestos tanto en los que asumen el poder Ejecutivo como en la oposición, analizando concienzudamente sus actos.