martes, noviembre 08, 2005

Parece escrito pensando en el Chile actual, pero fué escrito hace 80 años, poco ha cambiado...que lamentable.
UN ALMA Y UN ARIETE

Es preciso que se digo de una vez por todas la verdad, es preciso que no
vivamos sobre mentiras ni falsas ilusiones... Decir la verdad significa
amar a su pueblo y creer que aun puede levantársele, y yo adoro a Chile, amo a
mi patria desesperadamente, como se ama a una madre que agoniza.
Las instituciones, las leyes, acaso no sean malas, pero nunca hemos tenido
hombres, nunca hemos tenido un alma... El pueblo lo siente, lo presiente y
se descorazona, se desalienta, ya no tiene energías ni para irritarse, se
muere automáticamente como un carro cargado de numerosos muertos que sigue
rodando por el impulso adquirido.
¿Y esto debido a que? Debido a la inercia, a la poltronería, a la
mediocridad de nuestros políticos, al desorden de nuestra administración,
a la chuña de migajas y, sobre todo, a la falta de un alma que oriente y dirija.
¿Hasta cuando, señores? ¿Hasta cuando? Es inútil hablar, es inútil creer
que podemos hacer algo grande mientras no se sacuda el peso muerto de
esos políticos embarazados de palabras ñoñas y de frases hechas....Siempre
dando golpes a los lados, jamas apuntando el martillazo en medio del
clavo.
Cuando se necesita una política realista y de acción, esos señores siguen
nadando sobre las olas de sus verbosidades.
En Chile necesitamos un alma y un ariete, diré, parafraseando al poeta
ibero. Un ariete para destruir y un alma para construir".

(Vicente Huidobro, Agosto de 1925)