Parece escrito pensando en el Chile actual, pero fué escrito hace 80 años, poco ha cambiado...que lamentable. UN ALMA Y UN ARIETE Es preciso que se digo de una vez por todas la verdad, es preciso que no vivamos sobre mentiras ni falsas ilusiones... Decir la verdad significa amar a su pueblo y creer que aun puede levantársele, y yo adoro a Chile, amo a mi patria desesperadamente, como se ama a una madre que agoniza. Las instituciones, las leyes, acaso no sean malas, pero nunca hemos tenido hombres, nunca hemos tenido un alma... El pueblo lo siente, lo presiente y se descorazona, se desalienta, ya no tiene energías ni para irritarse, se muere automáticamente como un carro cargado de numerosos muertos que sigue rodando por el impulso adquirido. ¿Y esto debido a que? Debido a la inercia, a la poltronería, a la mediocridad de nuestros políticos, al desorden de nuestra administración, a la chuña de migajas y, sobre todo, a la falta de un alma que oriente y dirija. ¿Hasta cuando, señores? ¿Hasta cuando? Es inútil hablar, es inútil creer que podemos hacer algo grande mientras no se sacuda el peso muerto de esos políticos embarazados de palabras ñoñas y de frases hechas....Siempre dando golpes a los lados, jamas apuntando el martillazo en medio del clavo. Cuando se necesita una política realista y de acción, esos señores siguen nadando sobre las olas de sus verbosidades. En Chile necesitamos un alma y un ariete, diré, parafraseando al poeta ibero. Un ariete para destruir y un alma para construir". (Vicente Huidobro, Agosto de 1925) |
martes, noviembre 08, 2005
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