Deje que las instituciones funcionen Presidente.

Vidal, uno de los consejeros de Bachelet.

Dudamos que haya alguien tan imprudente ni tan soberbio como Ricardo Lagos, que, como sabemos, hizo uno de los peores gobiernos de que se tenga recuerdo en los anales de nuestra historia republicana.

Pero, reconociendo lo anterior, no podemos dejar tampoco de considerar que es un sujeto muy astuto, le fluida palabra, de gran osadía y de una moralidad “tenue” que le permite mentir descaradamente.

Conociendo al personaje, que además fue el introductor de la corruptela en nuestra administración pública, reputada por sana, no nos resulta extraño que haya defendido a Provoste, porque así se defendía él.

Lo extraño es que nuestra actual Presidente haya sucumbido a la tentación de defender a la funcionaria, en circunstancias de que ella sabe que también es corrupto el que da cobertura a los amorales.

Nosotros hemos dudado en forma corriente de las capacidades de la mandatario, sean estas intelectuales, de trabajar en equipo, de entendimiento o de claridad mental, pero esto, nos parece una muy mala asesoría.

Por si la Presidente no lo sabe “su” Ministra está acusada por llevar una contabilidad insuficiente en dependencias bajo su mando, por no haber sancionado a los culpables y por haber aceptado un cargo para el que no se la puede.

La penosa versión que entrega la afectada de una persecución por su género, procedencia étnica-económica o por ser humilde es solo el aprovechamiento publicitario de la sensibilidad de nuestro pueblo.

Su “asilo” en una dependencia religiosa, es otra clara demostración de la utilización sensorial de nuestras inclinaciones a la lástima o nuestro apego a los asuntos de la Divinidad.

Señorita Presidente, nosotros no la creemos corrupta, aunque las actitudes “protectoras” a personal que lo es pueden dejar la percepción de que usted también lo es, lo que desprestigiaría al cargo que ostenta.

Deje que las instituciones realmente funcionen, respete sus fallos, pues en caso contrario no le quepa duda de que el país le pedirá cuentas por haber subvertido el ordenamiento nacional en complicidad con su “equipo”.

Presidente Bachelet, le queremos pedir que “pare” a sus Ministros, están complicando la convivencia con su siembra de odiosidades y deshonrando a las instituciones, el resultado de esas actividades NUNCA será positivo.