lunes, junio 16, 2014

¿Quieren de Nuevo Empezar a Perseguir a los Comunistas?, por Hermógenes Pérez de Arce.

Camila Vallejo y su pareja, el cubano Julio Sarmiento, ambos comunistas, se han convertido en privilegiados del régimen de la nueva mayoría al obtener rentas decenas de veces superiores a la de gran parte de los chilenos.





¿Quieren de Nuevo Empezar a Perseguir a los Comunistas?, por Hermógenes Pérez de Arce.


          Se define como esclavo a quien es privado por otro de todo el fruto de su trabajo. Hubo tiempos felices en que los emprendedores, que somos los que trabajamos por nuestra cuenta, éramos esclavos sólo una tercera parte del tiempo, hasta abril de cada año, pues calculábamos que a través del 17% de impuesto a la renta, el global complementario por nuestras inversiones personales, las contribuciones de bienes raíces, las patentes comerciales y de vehículos y el IVA y otros impuestos indirectos, el Estado se quedaba con nuestro trabajo hasta abril de cada año. Éramos sólo un tercio esclavos. Tiempos felices.
         

          Después llegó Piñera y nos subió el impuesto a la renta a 20% y fuimos esclavos por algún tiempo más. Y ahora la Nueva Mayoría nos subirá el impuesto a la renta a más del doble de antes, 35%, no sólo de lo que ganemos sino de rentas que no hayamos recibido pero se nos “atribuyan”; y se va a quedar con ese mismo porcentaje del mayor valor de las propiedades que tengamos. También van a subir otros impuestos indirectos, como el de timbres y estampillas. De modo que, sumando, nos vamos a encontrar con que trabajaremos más de la mitad del año para el Estado. En el mejor de los casos vamos a poder decir que somos “medio esclavos”.


          Claro, hay otros seres felices que no tienen esas preocupaciones. Me han llegado numerosos correos detallando lo que ganan la Diputado comunista Camila Vallejo y el cubano “hijo de la revolución” que ella tanto admira y que es su pareja, a quien le ha caído en suerte ser designado asesor de un Ministerio, y entre ambos redondean más de catorce millones de pesos mensuales. Con ello contribuyen a deteriorar aún más la distribución del ingreso en el país, pero por ser comunistas y “servidores públicos” supongo que eso no se les puede criticar. Como no son “emprendedores”, no son esclavos; al contrario, cualquier pareja se sentiría muy libre y feliz de recibir catorce millones de pesos por su trabajo. Pero por eso he aplaudido la moción de los Diputados jóvenes Boric y Jackson para rebajar la dieta Parlamentaria, que es como de cuarenta sueldos mínimos. Sería un paso positivo para una mejor distribución del ingreso. Fue una idea mía, lanzada en este blog antes que ellos, pero he renunciado gustosamente a su autoría en favor de ambos.


          Es que hoy día la felicidad material en el país y la libertad están radicadas en la Nueva Mayoría. La detallada descripción que ha hecho el periodista Tomás Mosciatti, de radio Bío Bío, de la nepotística distribución de cargos públicos entre parientes de dirigentes de la Nueva Mayoría y las extensas nóminas de cargos Diplomáticos y agregadurías que han favorecido a personas cercanas a las y los jerarcas del régimen nos revelan a nosotros, los emprendedores, los nuevos medio-esclavos, que “la vida está en otra parte”. Tal como deben creerlo los cubanos que hayan leído las descripciones de las riquezas de Fidel Castro que ha hecho su ex guardaespaldas, recién publicadas en París. Bajo tales circunstancias ¡qué agradable es ser comunista! Siempre que uno maneje el gobierno.



          Entonces parece que los nuevos medio-esclavos, “los privados”, estamos situados en la parte equivocada del espectro político-social. La Reforma Educacional nos privará, por ejemplo, de la libertad de enseñar a personas pobres que tenían un subsidio escolar. Y ya se anuncia que ni siquiera esa libertad de enseñanza podrá ser ejercitada pagando toda la colegiatura, porque eso “segrega”. Si usted hace algo bien se lo van a prohibir, porque “segrega”. Hay que hacerlo mal y no diferenciarse de los demás. Dicen que no puede echarse a competir a un niño en patines con otro a pie pelado; que al primero hay que quitarle los patines y así terminar con la segregación. Alguien podría decir que por qué no le dan unos patines al que va a pie. Pero es que entonces al Estado no le alcanzaría la plata para que gente como Camila Vallejo y su pareja ganen catorce millones de pesos mensuales. ¿O se pretende empezar de nuevo a perseguir a los comunistas? ¿Me entiende o no?