jueves, octubre 02, 2008

A casi 20 años

A casi 20 años
UNA GRAN ESTAFA

A solo tres días de la conmemoración del plebiscito del 88, en el que Pinochet fue derrotado y posteriormente entregó el poder de acuerdo a lo comprometido, es necesario puntualizar algunas cosas importantes.

En estos casi 20 años el país ha cambiado para mal, se ha disuelto la familia, se ha comprometido el futuro nacional con la improvisación, la incapacidad y la corruptela, a pesar de contar con condiciones externas excepcionales.

Quizás lo más grave que ha sucedido es la mantención de una polarización extrema, básicamente impulsada desde el oficialismo, que ha revivido las odiosidades que sembrara en el pasado el marxismo populista.

Se ha planteado una severa disminución de la pobreza, con parámetros de hace 25 años, lo que simplemente es un engaño, la extrema miseria sigue conviviendo con la neo extrema riqueza formada por la concertación.

Se atribuyen éxitos económicos a los cuatros Gobierno de la concertación obviando de la visión publica que es el resultado de la maduración de las políticas de economía social de mercado impuestas por el Gobierno Militar.

Se exhibe como un éxito sorprendente que la gente tenga hogares full equipo, como dijo Frei en México, olvidándose mentirosamente que son el resultado inevitable de la masificación y baja de precios de estos elementos.

Se intenta mostrar un país con una oposición obstructiva, cuándo la realidad nos muestra un sector opositor absolutamente complaciente, cooperador y que ha abdicado de sus funciones fiscalizadoras.

Se vanaglorian de haber dado gobernabilidad al país, en circunstancias de que sus triunfos, y ellos los saben, se han producido solo con una grotesca manipulación de las realidades y su habilidad para crear eslóganes atractivos.

Los procesos electorales en los que ufanamente se felicitan son el resultado inevitable del uso, y abuso, de las necesidades de los más humildes, con promesas hermosas, que una vez llegados al poder simplemente han olvidado.

Reformas Judiciales, que muestran como obras importantes, solo han tenido como resultado, en un escenario kafkiano, que mientras la delincuencia se apodera de las calles, los ciudadanos deben enrejarse en sus casas.

La salud, educación, cuidado de nuestros viejos, distribución de los ingresos, salarios miserables, falta de respeto al ciudadano y la mentira recurrente son los únicos legados que dejara la concertación oficialista.

Nosotros consideramos que los 18 y medio años de gobiernos de la extraña coalición que forman la democracia cristiana y elementos marxistas son un periodo perdido para el desarrollo y para la instauración de la justicia social.