martes, septiembre 16, 2008

CHAVEZ SE TUVO QUE TRAGAR LA HIDROFOBIA

(Dos tiranos que amenazan al Continente)
CHAVEZ SE TUVO QUE TRAGAR LA HIDROFOBIA

Sin duda ver al Presidente, tirano, de Venezuela, Hugo Chávez Frías discurseando es un espectáculo casi circense, de larguísima duración, escaso contenido real y una permanente diatriba contra lo que el considera sus enemigos.

Parece long play, esos discos antiguos de vinilo que contenían varias melodías, rayado, pues aparentemente se le pegan los platinos y repite de manera vergonzosa mediocres argumentos para demostrar que es perseguido.

Desde que asumió el poder, hace nueve años, ha denunciado complots de todos tipos, presuntas invasiones norteamericanas, golpes de estado surtidos, y con su florida verba ha dedicado rabiosos ataques a los yanquis.

Ha dividido al país de manera irreconciliable, ha dilapidado los gigantescos recursos que proporciona el petróleo desatando una carrera armamentista absurda y apoyando a gobiernos amigos que han quebrado a sus países.

El país, riquísimo, se encuentra en la situación irracional de mantener a un alto porcentaje de su población viviendo miserablemente, mientras el tirano bota los recursos del pueblo comprando amistades.

Sus referencias a los Yanquis, a los que no creemos haya mucha gente que quiera en el continente, parecen el accionar de un perro hidrofóbico que las expresiones de malestar de un Gobernante.

Las permanentes payasadas del mandatario lo han convertido en el blanco de crueles chistes, fomentados por su palabrería incesante y sus afanes de “encantar” al resto del mundo.

Ha financiado a la Argentina, comprando miles de millones de dólares en fondos que no valen nada, ha financiado a Evo Morales, Bolivia, Cristina Fernández, Argentina, Ollanta Humala, Perú, entre otros, en sus aventuras electorales.

Las embajadas de Venezuela se han transformado en difusores de las doctrinas chavistas, financiadores de la reunificación de grupos extremistas y en cómplices del terrorismo interno.

En Santiago, donde llegó para tratar de imponer en la declaración de UNASUR sus acusaciones a los norteamericanos, el locuaz tiranuelo tuvo que tragarse sus expresiones al ver que ni Lula ni Fernández estaban disponibles para este absurdo episodio.