JUBILACIONES AMENZADAS.
Las noticias de la prensa nos informan a diario de las optimistas declaraciones de los Ministros del área económica, hasta del Banco Central, sobre el estado de las finanzas nacionales, sobre lo bien preparados que estamos para resistir los embates del proceso recesivo que están viviendo los Estados Unidos y las naciones de Europa.Hay temas que solo se tocan tangencialmente, como la miseria que afecta a millones de nuestros conciudadanos que deben subsistir con el miserable salario mínimo, o la usura que está terminando con lo que queda de la clase media o las absurdas inversiones que está realizando el Gobierno con la plata de todos los chilenos.
Pero, hay temas que se soslayan, como el brutal efecto que tienen las situaciones actuales en el exterior, y también los rebotes que tiene en nuestra Bolsa de Comercio, sobre los fondos de pensiones, es decir sobre la posibilidad que tenemos los chilenos de obtener, algún día, una pensión digna.
Las pérdidas han sido gigantescas, tanto por las inversiones en el extranjero como por las realizadas en el país, y escuchamos solamente tranquilizantes palabras diciendo que la rentabilidad del sistema, que ha sido buena en los 25 años de existencia, debe ser medida a largo plazo y no en las variaciones momentáneas.
Como los dueños de esos capitales solo recibimos someras informaciones, y no tenemos ninguna intervención en la manera en que se invierte nuestro dinero, creemos recomendable, para todos los trabajadores, trasladar sus platas al fondo “C”, que aunque tienen menos rentabilidad son de escaso riesgo.
Hoy, más que nunca es imprescindible que las AFP transparenten las inversiones de nuestro dinero, que en su administración también respondan de los daños pecuniarios que ocasionan a los cotizantes, así como cobran por la administración, y que nos mantengan permanentemente informados de nuestros negocios.
Una noticia que casi no se publicitó es que las Administradoras de Fondos de pensiones fueron autorizadas por el Gobierno a aumentar las inversiones en el extranjero, lo que obviamente, son decenas de miles de millones de dólares, pone en riesgo las pensiones de una parte importante de los chilenos.