miércoles, abril 16, 2008

Los sueños laguistas, desvelos ciudadanos.

Debemos reconocer que la cara de "leseo" con que nos mira este cuentero
nos desagrada de una manera inmensa, mucho más si recordamos que se
rió de los sentimientos y de las necesidades de la gente más humilde del
país. El sujeto nos repugna.
Los sueños laguistas, desvelos ciudadanos.

La concertación, en este caso a través de sus Diputados, quiere seguir haciéndonos lesos, pensando, seguramente, que al igual que ellos,somos un hato de ignorantes, incapaces y además bastante tontos. Sin duda no hemos dado precisamente muestras de clarividencia al elegirles a ellos como “representantes” ni a quienes están en La Moneda como gobernantes, además de a algunos que se han auto definido como de oposición, pero que han sido “funcionales” a las necesidades del poder.

Pero, una vez reconocidos nuestros defectos, debemos advertir que somos un pueblo extraordinariamente laborioso, que actuamos luego de hacer un muy juicioso análisis, aunque algunas veces seamos engañados por las premisas que los políticos nos entregan, tenemos la suficiente preparación para distinguir las engañifas, como la que lanzara ayer el Diputado Montes, déficit es el costo de la puesta en marcha, refiriéndose a la perdidas del Transantiago.

¿El Diputado Montes Cisternas nos cree imbéciles? o ¿Nos siente como discapacitados cerebrales?. Para aquellos que no lo sepan los proyectos de factibilidad, estudio, consideran los periodos de puesta en marcha y los costos inherentes a que una actividad se rentabilice. Como es obvio, por tratarse de un monopolio en el que la gente obligatoriamente ha debido caer, los plazos son menores y las amortizaciones se realizan con una mayor celeridad.

El sistema partió desfinanciado porque se le fijó políticamente una tarifa, con el objetivo de mantener bajo el IPC, el proyecto, para rentabilizarse mejor considero una cantidad de buses inferior a la dotación necesaria, lo que como es lógico, debió implicar sobre rentabilización de los equipos. Nosotros sostenemos, que, a pesar de lo mucho que hoy se parece al funcionamiento de las “amarillas” Transantiago no tiene caso, sencillamente porque es una imposición no meditada.

Aunque las noticias nos hablan de grandes pérdidas, aproximadamente 500 millones de dólares, nosotros creemos que es imprescindible contabilizar los costos reales de infraestructura vial, mobiliario urbano, molestias a la ciudadanía, costos a los municipios y a las industrias que han debido contratar sistemas especiales de transporte, sea para los vecinos o sus trabajadores, aumento de los costos por bajas de producción.

Los costos reales del sistema “soñado” por Ricardo Lagos, no solo nos han dificultado la vida, haciéndola menos humana, sino, que además nos ha rebajado las dignidades que teníamos, nos han faltado el respeto de una manera grosera, son sencillamente monstruosos. Como todo lo que hizo Lagos, el plan quedó a medias, los estudios realizados eran a todas luces insuficientes y nos preguntamos ¿En que manos habran quedado tantos millones extras que ha costado?

Sin duda alguna la administración gubernamental de Ricardo Lagos Escobar pasará a la historia sin pena ni gloria, como un chanta chapucero, pero el recuento, no debemos dudarlo, destacara que es el responsable, por cambios apresurados de la Justicia, de un explosivo aumento de la delincuencia, de la “institucionalización” del alto desempleo y la época en la que la corrupción se enquistó en nuestro servicio público. Lagos, sin duda fue uno de los peores presidentes que ha tenido Chile.