Jesucristo nos enseño una manera simple, tomando como ejemplo la naturaleza, de cómo evaluar las diferentes actividades humanas, por sus frutos los conoceréis, Mateo 7.20, nos dijo, lo que obviamente es aplicable a nuestros gobernantes y a la clase política de nuestro país, verdaderos lobos feroces que destruyen el futuro de nuestra nación, inclusive poniendo en riego hasta su existencia.
Junto a lo anterior, que es una verdad del porte de una catedral, es necesario advertir que la corruptela, las injusticias, la mentira, el engaño, las falsificaciones de nuestra historia, la incapacidad, que han institucionalizado no nos conducen a nada positivo y si ponen en severo riesgo el desarrollo, lo que sumado al robo de las esperanzas populares, configura una base de juicio.
Sin duda alguna quienes se han “aupado” en el poder pensaron que los negocios públicos eran mas sencillos de lo que en realidad son, que requerían menos conocimiento de los que exige, que la experiencia era un mero discurso de los que querían mantenerse en el gobierno, que la honestidad era algo que por existir se daba por descontado y se mantendría.
La chapucería con que han actuado, prometiendo lo que saben que no pueden cumplir, inaugurando obras que nunca terminan, o realizándolas tan mal que se caen, son los paradigmas de “acción” de la concertación. La instalación de personal no idóneo en la administración y la corruptela que han instalado son la “impronta” que dejarán en el recuerdo histórico.
El “juego” con las necesidades de los jóvenes, a quienes han truncado el futuro, el manoseo de las penurias de los viejos, a quienes han robado su pasado, la mantención de salarios miserables para los trabajadores, a quienes han mutilado su presente, son la fatídica herencia que quedará de los cuatro gobiernos, 20 años, de la infausta llegada al poder de la concertación.
Ningún gobierno, en nuestros casi 200 años de historia, ha tenido las inmensas disponibilidades financieras de este, tampoco ha habido otro que haya contado con tanta colaboración de la oposición, que ha sido completamente obsecuente, además de haber contado en largos periodos con preponderancia en ambas Cámaras legislativas , ni tampoco con el completo apoyo del Poder Judicial.
Lo han tenido todo para haber realizado administraciones de lujo, sin embargo, dejan al país con el mal sabor de administraciones poco exitosas, con escasísimos resultados, a pesar de haber aumentado de manera explosiva los presupuestos. Sirvan de ejemplo los casos, patéticos por cierto, de los millonarios aumentos en salud y educación con resultados de impresionante pobreza.
Con una aguda falsificación de nuestra historia reciente han transformado en victimas a quienes destruyeron nuestro país, demoliendo la organización social, moral, productiva e institucional, induciendo, a la injusticia de desprestigiar y someter a prisión a aquellos que reconstruyeron nuestra Patria, evitaron la guerra civil que pretendían los rojos y mantuvieron la tranquilidad que el progreso requiere.
Sin duda alguna los frutos de la coalición que hoy encabeza Bachelet, Lagos, Frei, Bitar, Alvear y otros, son amargos para nuestro pueblo, comprometiendo de manera sumamente complicada el desarrollo, porque a la incapacidad han agregado una escandalosa improvisación, y justifican, plenamente, que exista la decisión de de pasarles la cuenta en los próximos comicios electorales.
Junto a lo anterior, que es una verdad del porte de una catedral, es necesario advertir que la corruptela, las injusticias, la mentira, el engaño, las falsificaciones de nuestra historia, la incapacidad, que han institucionalizado no nos conducen a nada positivo y si ponen en severo riesgo el desarrollo, lo que sumado al robo de las esperanzas populares, configura una base de juicio.
Sin duda alguna quienes se han “aupado” en el poder pensaron que los negocios públicos eran mas sencillos de lo que en realidad son, que requerían menos conocimiento de los que exige, que la experiencia era un mero discurso de los que querían mantenerse en el gobierno, que la honestidad era algo que por existir se daba por descontado y se mantendría.
La chapucería con que han actuado, prometiendo lo que saben que no pueden cumplir, inaugurando obras que nunca terminan, o realizándolas tan mal que se caen, son los paradigmas de “acción” de la concertación. La instalación de personal no idóneo en la administración y la corruptela que han instalado son la “impronta” que dejarán en el recuerdo histórico.
El “juego” con las necesidades de los jóvenes, a quienes han truncado el futuro, el manoseo de las penurias de los viejos, a quienes han robado su pasado, la mantención de salarios miserables para los trabajadores, a quienes han mutilado su presente, son la fatídica herencia que quedará de los cuatro gobiernos, 20 años, de la infausta llegada al poder de la concertación.
Ningún gobierno, en nuestros casi 200 años de historia, ha tenido las inmensas disponibilidades financieras de este, tampoco ha habido otro que haya contado con tanta colaboración de la oposición, que ha sido completamente obsecuente, además de haber contado en largos periodos con preponderancia en ambas Cámaras legislativas , ni tampoco con el completo apoyo del Poder Judicial.
Lo han tenido todo para haber realizado administraciones de lujo, sin embargo, dejan al país con el mal sabor de administraciones poco exitosas, con escasísimos resultados, a pesar de haber aumentado de manera explosiva los presupuestos. Sirvan de ejemplo los casos, patéticos por cierto, de los millonarios aumentos en salud y educación con resultados de impresionante pobreza.
Con una aguda falsificación de nuestra historia reciente han transformado en victimas a quienes destruyeron nuestro país, demoliendo la organización social, moral, productiva e institucional, induciendo, a la injusticia de desprestigiar y someter a prisión a aquellos que reconstruyeron nuestra Patria, evitaron la guerra civil que pretendían los rojos y mantuvieron la tranquilidad que el progreso requiere.
Sin duda alguna los frutos de la coalición que hoy encabeza Bachelet, Lagos, Frei, Bitar, Alvear y otros, son amargos para nuestro pueblo, comprometiendo de manera sumamente complicada el desarrollo, porque a la incapacidad han agregado una escandalosa improvisación, y justifican, plenamente, que exista la decisión de de pasarles la cuenta en los próximos comicios electorales.
BOTALOS DEL PODER EN LAS PROXIMAS ELECCIONES.
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