Sin duda alguna la muerte de JM ha calado hondo en el alma de los chilenos. Su dedicación al trabajo, la poesía que puso a las cosas simples, su certera mirada lo convirtió en un personaje importante para todo nuestro pueblo. Hacemos llegar a su familia nuestras condolencias, acompañándoles en esta dolorosa circunstancia. Tenemos la certeza de que su alma ya está en el Cielo, como corresponde a todos los hombres buenos.
Adiós, Julito Martínez Pradanos, J.M., hasta siempre, fuiste el ejemplo ciudadano que todos los chilenos debiéramos tratar de imitar.
sábado, enero 05, 2008
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