La “Justicia” chilena demuestra una extraña funcionalidad, que parece complicidad, con las necesidades políticas del Poder Ejecutivo, lo que no debe parecernos extremadamente raro por su dependencia económica y el lobby necesario para obtener los ascensos a los cargos superiores de las Cortes.
Cada vez que los Gobiernos de la Concertación se han visto complicados, sea por la corruptela imperante, por decisiones equivocadas o por la manifiesta incapacidad demostrada, algún Juez con ambiciones saca una resolución bombástica que sirva para desviar la atención de los problemas.
La resolución de Carlos Cerda, de detener a la Viuda del General Pinochet, sus hijos y un grupo de ex colaboradores, sin duda alguna, es la cortina de humo perfecta para distraernos de la escasa popularidad de la Mandatario, las angustias del pueblo, el Transantiago, la desatada Inflación etc.
Cerda ha sido permanentemente vinculado, al menos en la voz popular, con el extremismo que asoló a Chile durante el Gobierno Militar. Ricardo Lagos lo propuso para integrar la Corte Suprema el 2005. Lo explicado, es una explicación al resentimiento que demuestra.
Nosotros no creemos en casualidades, pensamos que el Poder Judicial, que hasta ha inventado delitos inexistentes o aplicado leyes no vigentes en el país, es el instrumento de la vendetta marxista, por su derrota, en su connivencia con el poder central, solo coopera a ampliar su desprestigio.
El Gobierno, aunque no se ha pronunciado sobre el fondo del asunto, pero claramente les resultaba difícil de ocultar la satisfacción. La Presidente, en otro de sus permanente lugares comunes, afirmó que en Chile nadie estaba sobre la Ley, olvidando, talvez como han ocultado la feroz corruptela que vive el país-
Los propios políticos, con sus acciones y omisiones, han desencadenado el desprestigio de una actividad necesaria. Los Jueces, con sus inequidades y denegación de Justicia, son los claros promotores del escaso apoyo que esta vital actividad tiene a ojos de la opinión pública.
Los tribunales están demostrando ser ciegos y sordos a la verdad, pero extraordinariamente permeables a los halagos que provienen desde la casa de Gobierno. Chile necesita Magistrados independientes, que apliquen la verdadera Justicia y que dejen la enfermiza búsqueda de protagonismo.
Se afirma que las instituciones funcionan, pero, lamentablemente los hechos demuestran que el Ejecutivo no marcha, por la manifiesta incapacidad demostrada, el Legislativo es solo un buzón de La Moneda y el Judicial, un escandaloso remedo de una magistratura independiente.
El futuro nacional se ensombrece por la predica de odios, poniéndonos a la altura de épocas que nadie racionalmente puede querer recordar y mucho menos reeditar. Creemos que esta es otra de las tareas pendientes, que son muchas, de la Primer Mandatario.
5 DE OCTUBRE….
y la alegría no llegó.
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