martes, diciembre 15, 2009

UN MERO TRÁMITE, PERO...

UN MERO TRÁMITE, PERO...por Matías Carozzi.

Bien chilenas y chilenos, concluimos la primera (y con seguridad la segunda) etapa de esta aventura presidencial y salvo por las vergonzosas papeletas marcadas previamente a favor de Eduardo Frei en Santiago, Concepción y Los Ángeles, irregularidad que sería prudente investigue a fondo el Ministerio del Interior para, ojalá, despejar las sospechas de otros casos en más ciudades del país, podemos coincidir que el los comicios se desarrollaron serena y civilizadamente.

Ahora bien, sacando del análisis los discursos de ganadores y perdedores, lo cierto es que desde hoy el desconsuelo se toma hasta el último rincón del Gobierno y por cierto el entusiasmo de Eduardo Frei y sus seguidores. Y es que la votación obtenida por el candidato oficialista y, sobre todo, la ventaja de 15 puntos que Sebastián Piñera le sacó al Senador DC hacen improbable (por no decir imposible) que en tan poco tiempo el oficialismo remonte dichos números. Recuerden que la segunda vuelta además será mutilada por las fiestas de Navidad y Año Nuevo, es decir, muchos electores estarán “en otra” y no verán con simpatía que se les invada sus celebraciones.

El dato de que uno de cada cuatro chilenos se quedó huérfano de candidato es muy interesante y será fascinante verificar los esfuerzos que desplieguen los comandos para atraer a los desamparados electores. Pero ojo, a modo de advertencia, sería bueno que dichas acciones consideren un análisis minucioso porque pretender decir que ellos se trasladarán así sin más berrinche a apoyar a Piñera o Frei en la segunda vuelta es no comprender el mensaje que transmitieron con fuerza los ciudadanos: Más del 20% de los electores no ven como única alternativa sumarse sumisamente a uno u otro bloque político.

Marco Enríquez-Ominami, además de sentirse con razón satisfecho por lo alcanzado, tiene una enorme responsabilidad en sus manos. El formidable apoyo obtenido lo deja en una muy buena posición para liderar su anunciada “nueva mayoría” y transformarla en una fuerza política influyente. Aquella responsabilidad (o misión) me hace suponer que, por lo menos en esta oportunidad, es muy poco probable que salga “en persona” a apoyar a Eduardo Frei en la segunda vuelta. Por lo tanto, la respuesta de a quién beneficiarán esos votos tengo la sensación que será aclarada por el silencio de MEO, dando libertad de acción a sus adherentes. Por lo tanto serán los propios atrevimientos de Piñera y Frei los llamados a ver la mejor forma de pololear con ese electorado.

La baja en la votación de la centro derecha se justifica por la dispersión que provocó Enríquez. Aquel 48,64% alcanzado por la dupla Piñera-Lavín en el 2005 no se alcanzó en esta oportunidad y esa baja será utilizada por el oficialismo como pretexto para polarizar al país, opción que creo será en definitiva la estrategia de Eduardo Frei para mejorar los números en el balotaje. Erróneamente la Concertación y el Gobierno serán tentados por revivir aquellas arengas de los ochenta, pero si aceptan sugerencias, creo que cometerán una equivocación porque se sabe que dichos embrujos ya no son relevantes para los electores, sus intereses y sueños. Durante la primera vuelta se intentó por todos los medios manipular a la opinión pública con temas como los derechos humanos, el binominal, Pinochet, la pildorita para después de aquello, etc, etc, etc. no tuvieron los resultados que esperaban. ¿O si?.

Por otra parte, por más que el Juntos podemos alcanzó el objetivo de elegir representante en el Congreso, la votación de Jorge Arrate es marginal en terminos de volumen. Si, es buena la votación alcanzada, pero dada la brecha que alcanzó Sebastián Piñera, tan sólo 6 puntos bastarán para que la Alianza llegue a la Moneda. Otro intento con resultados inciertos serán los refuerzos en el comando de Frei. La incorporación de los Ministros Carolina Tohá, Sergio Bitar y (eventualmente) Andrés Velasco beneficiarán a Sebastián Piñera y es que es obvio que después de anunciar aquello la Alianza reforzará la idea de que aquellos que votaron por Marco Enríquez-Ominami buscaron en él un cambio de actitud, que dichas incorporaciones sólo demostrarán que el oficialismo no tiene la voluntad de modificar su acción y que Piñera es el único que representa ese anhelo.

Los mensajes e invitaciones del piñerismo ya comenzaron. La sutileza de dichas invitaciones serán vitales para el éxito electoral de la Colación por el Cambio. Asimismo, Piñera tendrá que convencer a algunos de no salir de vacaciones y evitar los inminentes ruidos que generarán los roces entre parlamentarios electos y derrotados. Son varios los emblemáticos de la UDI que se perdieron y tratarlos con cariño será una labor prudente de parte del candidato aliancista. A Andrés Zaldivar y el PRI habrá que entregarles un espacio destacado y finalmente, no mirar en menos al adversario. El pánico que sienten en La Moneda será un feroz estimulante durante el balotaje. ¿Vacaciones?. No señor, todos a la calle y vamos comprando sacos de anfetaminas para que no se note la depresión.