Terrorismo en Chile
Al parecer en La Moneda han perdido la claridad del significado de esta lacra llamada terrorismo, pues tratan de bajarle el perfil asumiendo que se trata de simples delitos comunes, lo que puede resultar fácil de entender si analizamos concienzudamente la ligazón que han mantenido con el extremismo.
Para no perder el foco del tema es necesario aclarar que terrorismo es la practica del terror para forzar a las sociedades a tomar el camino por el “grupo” diseñado, a la vez que intenta inhibir las reacciones del pueblo, amagado en sus libertades, por miedo a resultar dañados por estas asociaciones ilícitas.
Para cualesquier persona, con dos dedos de frente, los sucesos impulsados por la CAM en La Araucanía son una forma de esta actividad, que pretende, por la fuerza, reivindicar tierras que pertenecen a otros y lograr que los afectados pierdan la capacidad de defender sus pertenencias.
Lo anterior, que se demuestra por si solo, mirando los asaltos a agricultores, los incendios de predios, la destrucción de maquinarias, el amedrentamiento a los propios trabajados de su misma etnia, queda perfectamente manifestada con la participación en esta agrupación de antiguos terroristas.
Aunque a muchos nos parezca que los requerimientos de los Mapuches tienen algo de razonable, sobre todo por el abandono que han sufrido por parte del Estado y la absoluta falta de oportunidades, creemos que el conflicto está siendo manipulado políticamente por sectores nacionales e internacionales.
De allí nace nuestro convencimiento de la imperiosa necesidad de cambiar a los responsables del orden público, Ministros del Interior y sus ayudantes, además de Intendentes y Gobernadores, que han abdicado de sus obligaciones, consagradas en la Constitución, de mantener el orden público.
Consideramos peligroso que quienes recurren a la violencia sean los únicos que ven solucionados sus problemas, pues, más temprano que tarde, todos los que tienen capacidad de presión conseguirán sus fines aplicando esta metodología, sumiendo al país en la completa anarquía,
Las Autoridades no pueden olvidar que solo son representantes del pueblo en labores Ejecutivas, ni que para acceder a sus cargos prometieron o juraron cumplir la Ley y hacerla cumplir, no hacerlo, sin duda, configura el notable abandono de sus deberes, única causal por la que pueden ser removidos de sus funciones.
Aunque les sea difícil de reconocer, en el Chile democrático dirigido por la Presidente Bachelet se ha desatado el terrorismo de grupos específicos, y como denuncia la OEA en las prisiones se practica una forma de terrorismo de Estado con la inhumana manera de tratar a los prisioneros y la absoluta carencia de polacas rehabilitadoras.
Para no perder el foco del tema es necesario aclarar que terrorismo es la practica del terror para forzar a las sociedades a tomar el camino por el “grupo” diseñado, a la vez que intenta inhibir las reacciones del pueblo, amagado en sus libertades, por miedo a resultar dañados por estas asociaciones ilícitas.
Para cualesquier persona, con dos dedos de frente, los sucesos impulsados por la CAM en La Araucanía son una forma de esta actividad, que pretende, por la fuerza, reivindicar tierras que pertenecen a otros y lograr que los afectados pierdan la capacidad de defender sus pertenencias.
Lo anterior, que se demuestra por si solo, mirando los asaltos a agricultores, los incendios de predios, la destrucción de maquinarias, el amedrentamiento a los propios trabajados de su misma etnia, queda perfectamente manifestada con la participación en esta agrupación de antiguos terroristas.
Aunque a muchos nos parezca que los requerimientos de los Mapuches tienen algo de razonable, sobre todo por el abandono que han sufrido por parte del Estado y la absoluta falta de oportunidades, creemos que el conflicto está siendo manipulado políticamente por sectores nacionales e internacionales.
De allí nace nuestro convencimiento de la imperiosa necesidad de cambiar a los responsables del orden público, Ministros del Interior y sus ayudantes, además de Intendentes y Gobernadores, que han abdicado de sus obligaciones, consagradas en la Constitución, de mantener el orden público.
Consideramos peligroso que quienes recurren a la violencia sean los únicos que ven solucionados sus problemas, pues, más temprano que tarde, todos los que tienen capacidad de presión conseguirán sus fines aplicando esta metodología, sumiendo al país en la completa anarquía,
Las Autoridades no pueden olvidar que solo son representantes del pueblo en labores Ejecutivas, ni que para acceder a sus cargos prometieron o juraron cumplir la Ley y hacerla cumplir, no hacerlo, sin duda, configura el notable abandono de sus deberes, única causal por la que pueden ser removidos de sus funciones.
Aunque les sea difícil de reconocer, en el Chile democrático dirigido por la Presidente Bachelet se ha desatado el terrorismo de grupos específicos, y como denuncia la OEA en las prisiones se practica una forma de terrorismo de Estado con la inhumana manera de tratar a los prisioneros y la absoluta carencia de polacas rehabilitadoras.