Pretenciosa Izquierda.
Desde siempre las izquierdas han tratado de imponerse como poseyendo una inmensa superioridad moral sobre sus adversarios. No sabemos de donde puede salir esta pretensión, pues de lo que nosotros vemos tienen una inmensa superioridad inmoral, pues de otra manera no se puede explicar su intento permanente por destruir nuestros valores tradicionales, devastar a la familia, bombardear a la institucionalidad o su descarada defensa a los crímenes cometidos por regímenes políticos cercanos a ellos.
Dos cosas sostienen, la primera que son modernos, curiosamente nosotros les vemos como extremadamente conservadores al intentar mantener las viejas y fracasadas estructuras de los sistemas socialistas, y la segunda es la valórica, que también nos cuesta entender por sus
ansias de destruir a las sociedades, aun a costa de utilizar a niños, ni mucho menos al ver su defensa "cerrada" a criminales sistemas que han costado al mundo más de cien millones de muertos, millones de migrados forzosos y fieros encarcelamientos de opositores.
No lo duden, ellos no tienen ninguna superioridad sobre nosotros, solo tienen un verso bien aprendido, el apoyo de una organización que funciona extremadamente bien y un gran presupuesto para expandir sus mentiras. Carece de ideas modernas, se han quedado anquilosados en el pasado soviético sin siquiera tener las capacidades que les permitan entender el porqué del fracaso. No se han desengañado porque no entienden lo que pasó ni como el "partido" subyugó a los pueblos, que perdieron sus derechos.
Como si lo anterior fuera poco, entre su gente se encuentra todo tipo de embaucadores, charlatanes, gente con muy buena verba pero escasos conocimientos de lo que hay que hacer, gente que se moviliza básicamente por motivaciones de resentimiento u odios sociales. Sin duda, no son los más preparado de nuestra sociedad. La mayoría de quienes estuvieron en el "exilio" dorado volvieron con títulos profesionales, pero sus acciones hacen dudar de la efectividad de los estudios o la seriedad de los emisores.
Alegan , casi haciendo gárgaras con el tema, sobre su intransable compromiso social, pero no dudan en mantener a la mayoría del país con un salario de hambre, tirarle de vez en cuando un "bono" como limosna, para gastarse la plata, claro la que no botan o se roban, en leyes que financian a los Partidos Políticos, subirse sus inmensas remuneraciones o dárselos a los compañeros como el "botín" por haber derrotado a la dictadura, por la vía de vergonzosas indemnizaciones a quienes destruyeron el país.